Es una pregunta que me hacen mucho cuando cuento sobre mis hijas o niños no escolarizados.
Entiendo que viene del temor de que los niños no sepan integrarse al mundo, que sabemos que necesitan de una comunidad para aprender las conductas que nos hacen competentes para convivir en nuestra sociedad.
Pero si nos ponemos a recordar un poco, las escuelas tal como las conocemos hoy surgieron hace 200 años aproximadamente, y nuestras culturas/sociedades, la humanidad existe hace millones de años, en los que hemos socializado de manera natural sin ir al colegio.
En esa época vivíamos en aldeas o pequeñas ciudades donde todos nos conocíamos y nos relacionábamos independiente de nuestra edad, parentesco o condición social.
En estos tiempos vivimos cada familia en su casa, con menos posibilidades de interacción por lo que vemos el colegio como EL lugar donde los niños aprenden a socializar. Pero nos olvidamos de que naturalmente somos seres sociales, nos relacionamos todo el tiempo con otras personas de diferentes contextos y edades: vamos de compras, compartimos con vecinos, familia, amigos, gente en la calle, en las plazas.
Es cierto que no siempre podemos exponer a nuestros hijos e hijas a una gran variedad de interacciones porque vivimos en ciudades poco amables para los niños y niñas, nos da miedo que anden solos por ahí, no confiamos en cualquier persona que anda por la calle, estamos trabajando, porque no confiamos en ellos…
En una sala de clases hay 20 ó 30 niños y niñas de la misma edad a cargo de un adulto. Sí hay socialización, por supuesto, pero no es una socialización natural. ¿Por qué? Porque hay 20 ó 30 personas de la misma edad, en la misma etapa de desarrollo, que necesitan más o menos lo mismo al mismo momento a cargo de una sola persona adulta que tiene habilidades y capacidades limitadas (a veces dos), que con dificultad logrará atender las necesidades de todos los niños y las niñas que están a su cargo.
Aprender a vivir en sociedad requiere diversos modelos de relaciones. Los niños y las niñas que viven en tribu o que conviven en grupos de múltiples edades se relacionan entre todos, con todos los niños y con todos los adultos.
Los niños y las niñas pequeños aprenden y se motivan al ver las habilidades y destrezas que han adquirido quienes son un poco mayores que ellos. Éstos observan y aprenden de las destrezas que han desarrollado los adultos, los adolescentes observan y aprenden a cuidar y respetar el ritmo de los menores. Entonces, tanto niños y niñas como adultos acompañan y atienden las necesidades de los otros. Se interrelacionan.
Entonces, en la actualidad, ¿cómo podemos proveer a los niños de espacios donde puedan socializar de esta manera, que no sea en una sala de clases? Generando comunidades de familias que hacen vida en común, compartiendo y relacionándonos con los vecinos, llevando a los niños y a las niñas a ser parte de nuestras vidas de adultos, creando comunidades educativas que faciliten estas interacciones naturales como Peumal.