La educación autodirigida es la que resulta de las actividades elegidas por uno mismo y de las experiencias de la vida de cada uno. Es la educación en la que el aprendiz es responsable de elegir lo que quiere y necesita y aprender en cada momento, y también elige cómo hacerlo.

Exploran, juegan, crean, saltan, bailan, cantan, tocan instrumentos, arman puzles, pintan, hacen carpintería, diseñan, escriben, leen, descansan, participan en asambleas, viven en comunidad. Haciendo esto aprenden todo el tiempo, aunque parezca que sólo se divierten, eso es aprender y aprender es divertido.

Los adultos sostenemos la cultura creada entre todos. Es una cultura de cuidado que permite que el aprendizaje suceda. Nos ocupamos de que todos se sientan cómodos y contenidos, acompañamos los aprendizajes, apoyamos cuando nos necesitan, mostramos formas de alcanzar lo que ellos quieren y contestamos sus preguntas. Damos un máximo de apoyo con un mínimo de intervención.

¡Claro que sí! Y si nosotros no podemos proveerle todo lo necesario para aprender en el nivel de profundidad que él/ella necesita lo acompañamos a buscar su camino, le mostramos cómo conseguir la información, cómo encontrar a algún maestro que se lo pueda enseñar.

Significa no escolarizado, o sin escolaridad. Las personas/familias unschoolers confían en que el aprendizaje sucede cuando lxs niñxs lo necesitan, cuando surge el interés por aprender algo y se sienten preparado para ello. La vida misma se considera el contexto donde todo aprendizaje es posible de alcanzar.  

Es la educación escolar llevada a la casa que sigue un curriculum, ya sea el diseñado por el ministerio de educación o uno propio, diseñado por cada familia, pero que busca abarcar los mismos contenidos que el curriculum nacional.